Se denomina artritis la inflamación de una articulación. La artritis puede deberse a numerosas causas. Puede estar provocada por una infección bacteriana o por una enfermedad metabólica como la gota. Una de las principales causas de artritis es la denominada artritis reumatoide, en la que habitualmente se inflaman varias articulaciones.
Los síntomas característicos de la artritis son el dolor, la inflamación, el calor, el enrojecimiento y la limitación de movimientos de la articulación afectada. En general, la artritis puede destruir la articulación del afectado y causar deformaciones y problemas permanentes. Cuando sólo se inflama una articulación, como la rodilla, se habla de monoartritis. Si se ven afectadas varias articulaciones, se trata de una poliartritis. Además de esta clasificación se puede distinguir entre artritis crónica y artritis aguda. Las artritis agudas aparecen de forma repentina y pueden estar causadas por ejemplo por una infección. En las artritis crónicas hay un daño permanente en la articulación y la inflamación aparece en forma de brotes.
Para el diagnóstico de la artritis, el médico preguntará al paciente sobre sus síntomas y las articulaciones afectadas. Así podrá deducir de qué tipo de artritis se trata. Si, por ejemplo, la única articulación afectada es la del dedo gordo del pie, que aparece enrojecida e inflamada, podemos estar ante una artritis causada por la gota. Otras exploraciones, como la radiografía o el análisis de sangre, pueden ser necesarias para encontrar las causas y aplicar el tratamiento adecuado. El tratamiento de la artritis dependerá de la causa. Debido a las muchas razones por las que la artritis se puede producir, existen numerosas medidas que pueden ser útiles para tratarla. El espectro va desde la inmovilización y el enfriamiento de la zona, pasando por el uso de fármacos y la limpieza de la articulación, hasta el implante de una articulación artificial.
Artritis: Definición
La inflamación de una articulación se denomina artritis. La palabra procede del griego, puesto que arthr(o) significa “articulación” e îtis “inflamación”.
Dependiendo de su causa, la artritis puede ser infecciosa reumatoide, gotosa, psoriásica y de muchos otros tipos.
Todas las articulaciones del cuerpo humano se pueden ver afectadas por la inflamación, por ejemplo la rodilla, el hombro, la cadera o las articulaciones de los dedos. Cuando sólo una de las articulaciones se inflama, se habla de monoartritis. Si se ven afectadas varias articulaciones se trata de un caso de poliartritis.
La artritis puede aparecer de forma repentina, lo que se denomina artritis aguda, que suele estar provocada por una infección. Cuando la artritis es prolongada dura y siempre reaparece por “brotes”, se trata de una artritis crónica como la artritis reumatoide.
Artritis: Causas
Existen numerosas formas de artritis producidas por distintas causas. Las más frecuentes son:
- Infecciones
- Enfermedades autoinmunes
- Enfermedades metabólicas
- Artrosis: degeneración progresiva del cartílago
Infecciones
Las infecciones son una de las múltiples causas de artritis. Las bacterias u otros patógenos pueden infectar una articulación directamente a través de una herida. Además una infección en otro foco del organismo puede llegar a la articulación a través del torrente sanguíneo (por ejemplo, las infecciones por herpes como el herpes labial).
Enfermedades autoinmunes
En las enfermedades autoinmunes el sistema inmunitario, es decir, es decir el sistema defensivo del organismo (“las defensas”), ataca a sus propias articulaciones y tejidos y las destruye. Entre las enfermedades autoinmunes se encuentran:
- Espondilitis anquilosante
- Psoriasis
- Enfermedades crónicas inflamatorias como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la artritis reumatoide.
La artritis reumatoide, también conocida como poliartritis o AR, es el tipo de artritis inflamatoria más frecuente.
Enfermedades metabólicas
La gota, por ejemplo, es una enfermedad metabólica. En esta enfermedad la inflamación de las articulaciones está provocada por un aumento del ácido úrico (ataque de gota). Es muy dolorosa y a menudo afecta a la articulación del dedo gordo del pie.
Artritis: Síntomas
Los síntomas típicos de la artritis son el dolor, la inflamación, el calor, el enrojecimiento y la movilidad limitada de la articulación afectada. También puede aparecer líquido en la articulación (derrame articular). Si aparece también pus se trata de una artritis purulenta.
Dependiendo de las causas de la artritis, se darán unos síntomas u otros. Por ejemplo, la artritis reumatoide se manifiesta a través de dolores articulares nocturnos y matutinos, rigidez también matutina de las articulaciones e inflamación de las articulaciones principalmente de las interfalángicas proximales y de las metacarpofalángicas.
En los ataques de gota se ve a menudo afectada la articulación del dedo gordo del pie: éste aparece muy inflamado, rojo, caliente y duele mucho. Es lo que se conoce como “podagra”.
Artritis: Diagnóstico
En la artritis, los pasos esenciales para el diagnóstico son la descripción de los síntomas, la exploración física, el análisis de sangre y la radiografía.
La descripción de los síntomas da la primera pista sobre la causa y la gravedad de la artritis. Las siguientes preguntas deben aclararse para un correcto diagnóstico:
- ¿Cuál es o cuáles son las articulaciones afectadas?
- ¿Qué molestias presenta?
- ¿Desde cuándo se dan estos síntomas?
- ¿La articulación ha sufrido sobrecarga (deporte, accidente, etc.)?
- ¿Padece el paciente otras enfermedades (como la gota)?
Además, con la exploración general del cuerpo se probará si la articulación afectada está inflamada, enrojecida, caliente y si se puede mover.
En casos de artritis los parámetros de inflamación en sangre (leucocitos, PCR y velocidad de sedimentación globular) suelen estar elevados. En la artritis reumatoide el factor reumatoide puede ser positivo y en casos de gota, los niveles de ácido úrico aparecen elevados.
Las radiografías son útiles cuando se sospecha que la articulación está dañada por la artritis. En la artritis reumatoide tras algunos años de evolución se pueden observar destrucción articular en las radiografías.
Si son necesarias más exploraciones, se puede hacer una punción articular o artrocentesis (extracción de líquido o tejido de la articulación) o una artroscopia.
Artritis: Tratamiento
El objetivo del tratamiento de la artritis es eliminar la causa que la produce y tratar los síntomas. Si existen enfermedades subyacentes como la gota, será necesario también.
El abanico de posibilidades de tratamiento es amplio. Algunas de las medidas que se suelen tomar son las siguientes:
- Inmovilizar, enfriar y poner en alto la articulación en casos de artritis aguda.
- Toma de analgésicos para el dolor, por ejemplo antiinflamatorios no esteroideos (AINES).
- Administración de fármacos antiinflamatorios como los glucocorticoides.
- Toma de antibióticos en casos de infección aguda.
- Toma de fármacos antirreumáticos específicos (FAME) en casos de artritis reumatoide.
- Toma de inmunosupresores (fármacos que suprimen el sistema de defensa) en casos de enfermedades autoinmunes.
- Cirugía (mínimamente invasivas como la artroscopia u operaciones abiertas de la articulación).
- Fisioterapia, aplicación de calor o masajes y ergoterapia, por ejemplo, en casos de inflamaciones crónicas con rigidez articular.
Artritis: Evolución
La evolución de la artritis depende de las causas de la enfermedad. La artritis puede destruir las articulaciones, provocar rigidez en ellas o malformaciones y problemas crónicos.
Una artritis infecciosa aguda se puede curar en la mayoría de los casos completamente mediante un tratamiento precoz y efectivo.
La artritis crónica como la artritis reumatoide progresa a menudo lentamente. Transcurridos algunos años es posible que las articulaciones estén destruidas y que vean disminuida su función.
Artritis: Prevención
La artritis se puede prevenir mediante hábitos beneficiosos para las articulaciones. Practicar un deporte en el que todas las articulaciones realicen más o menos el mismo esfuerzo (como caminar, nadar, montar en bicicleta o hacer gimnasia) con regularidad resulta útil y beneficia a las articulaciones.
Es importante tratar con las medidas adecuadas las lesiones como las heridas abiertas en la rodilla, con las que se podría producir una inflamación en la articulación.
Las enfermedades subyacentes que suelen darse en la artritis, como la gota deben tratarse mediante el tratamiento adecuado y se deben tomar los medicamentos prescritos como se indica, para evitar que se produzca.
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